jueves, 18 de junio de 2009

Breves aproximaciones

Una densa capa de fresnos encapsula un bullicio ensordecedor. Bajo la mirada y me descubro al centro del inteligible ruido proveniente de una pintoresca multitud.

Desafiando los distractores visuales y auditivos del conjunto, trato de entender por partes el todo. Sin demora encuentro un punto de inicio al escuchar el grito de un extranjero.

_¡Jolines, mi billetera! ¡Tío que me han pillado la billetera!

Un chamaco corre veloz abriéndose paso entre enaguas policromadas, gritos e injurias.

_¡Haaay!

_¡Chacho jijo!

_ Jesus mil veces criatura.

Un gendarme aparece en la escena. Para entonces, victima y victimario han desaparecido. La mirada expectante de la muchedumbre quebranta rápidamente los nervios del azul. Ante un inminente ridículo, observa a su alrededor, toma al mirón más próximo y lo tunde a macanazos.

_¡Inche calzonudo hediondo! Vámonos pa´ la delegación.

Los chismosos abogamos por la inocencia del fulano. Las explicaciones se funden en un griterío que no impide el abuso.

_¡No seño! ¡Haaay, nanita! Se lo juro por mi tata que yo ¡hay!, ni hice nada.

Pero es demasiado tarde. El chivo expiatorio fue designado. Inconsolables, una mujer y una niñita siguen a los hombres al unísono de:

_¡Siñor, siñor, mi Jacinto ni hizo nada, siñor!

_¡Paaapaaá, paaapaaá!

Un catrín próximo a mí exclama con enfado:

_¡Mira nada más! Te he dicho que no es prudente pasear a ras de píe. Sólo exponemos a Luisito a estos argüendes.

_¡Virgen sacramentada! Si los Corcuera nos vieran entre esta chusma…

Responde una copetona con un niño de brazos.

Vuelvo a levantar la vista y entre la copa de los fresnos vislumbro algunas cúpulas. Me resultan familiares, sobre todo una de recubrimiento dorado. Caigo en cuenta que he estado aquí antes.

Parpadeo.

El alegre bullicio se vuelve un tenso silencio. La viva masa se desvolumetriza quedando inerme ante mis ojos. Me aproximo a leer una placa que dice: “Título: Sueño de una tarde dominical en la alameda central, Autor: Diego Rivera, Año: 1947, Técnica: Fresco.”

Brusca me invade la pregunta: ¿Es posible aproximarnos a la experiencia urbana pasada a través de la iconografía del arte figurativo?

Carlos Salvador González González.

2 comentarios:

  1. ¡Muy bien Carlos! Con vívidas pinceladas haz podido hacernos experimentar la realidad urbana desde este lienzo literario. Queda el reto de que nos aproximes a las rudas sensaciones que producía El Coronelazo Siqueiros.

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  2. ¡Que bueno! Me encantó. Creo que diste totalmente en el calvo del ejercicio. ¡Y con que placer se leen tu lineas! ¿Cómo superarás ésto en las mil y más páginas de tu tesis?...

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